Hace varios años era una persona con varias sospechas acerca de la calidad de la atención psicológica por videoconferencia en línea. Para ese entonces yo creía que el espacio de la relación virtual no podría nunca equiparar lo logrado por el encuentro personal y que esto podría reducir la capacidad de comprensión de las personas y por lo tanto, la calidad de la atención. Con el tiempo fue sucediendo que algunas de las personas que había atendido en el consultorio fueron a vivir a otros países y eventualmente necesitaron un trabajo psicológico que les ayudara a enfrentar algunas de las situaciones de su nueva vida en otras culturas, lejos de su casa y en idiomas distintos al materno. Buscaban atención psicológica en español y querían aprovechar la relación profesional que ya habíamos entablado antes que intentar con otros profesionales. Atendí sus solicitudes, pidiéndoles que me ayudaran a evaluar la diferencia de la calidad del trabajo que habíamos hecho en persona al que podríamos hacer a través del computador. En su momento cada persona me ayudó a entender que si bien no era tan fácil hacer muchos de los ejercicios que hacíamos en el consultorio, les era igual de significativa la experiencia y terminaba siendo eficiente para los propósitos que tenían.

Con el tiempo fui dándome cuenta de que muchas de mis capacidades perceptivas se habían ajustado perfectamente a esta nueva condición. Los detalles como los tonos de la voz, la expresión de la mirada, la complejidad emocional de abordar ciertos temas difíciles seguían siendo elementos que podía sentir y con ello seguía activa la posibilidad de tener una percepción más completa de la que imaginé en un principio. Esto me llevo a ganar confianza en la atención por internet y cuando estuve realmente convencida de sus beneficios, empezaron a buscarme personas referidas por otros consultantes que también vivían en otros países pero que a diferencia de los primeros, serían completamente desconocidas para mí.

Es un reto distinto crear una relación de confianza con alguien a través de una pantalla, pensé también en un primer momento. Y entonces, procuré hacer más detallada mi reflexión sobre estas condiciones de atención y las alternativas para hacerlo tan productivo como fuera posible. Desde ese momento han pasado más de 2 años y he desarrollado varios procesos por internet con personas que viven en otros países y que no conocía con anterioridad, logrando frutos importantes para ellos y muchos más aprendizajes para mí. A partir de todo esto he retomado apartes del análisis de ese momento que me gustaría compartir acá sobre los beneficios y los aspectos por considerar este tipo de atención. Voy a incluir los aspectos por los que me preguntó la última persona que inició una atención psicológica por internet y quien no había tenido antes ninguna experiencia con la psicología en general, usaré sus preguntas para hacer más claro de qué estamos hablando cuando hablamos de atención psicológica por videoconferencia:

1. ¿Qué es?

Es una forma de prestación de servicios psicológicos que ha sido desarrollada en la medida en que la tecnología de internet se ha esparcido. A pesar de que aún no se han desarrollado muchas legislaciones al respecto en el mundo, muchas de las asociaciones de psicología en diferentes países la reconocen como una forma de atención complementaria a la atención presencial que se hace en consultorios privados o instituciones de prestación de servicios de salud.

De todas las posibilidades de atención psicológica, sólo algunas son aptas para realizarse por videoconferencia conservando las condiciones éticas necesarias. Dentro de las aceptables se encuentran la asesoría psicológica, la consejería y la psicoterapia cuando no el motivo de consulta no tiene implicaciones clínicas o de impacto en la salud mental e integridad del consultante. Esto tiene que ver con que estas dos modalidades de atención psicológica NO están diseñadas para trabajar con trastornos de la salud mental o con condiciones en las que las personas estén en riesgo de vida o integridad, a menos que se generen unas condiciones idóneas de evaluación y de redes de apoyo. Si bien es cierto que se han desarrollado ya estudios meta-analíticos de la eficacia de la atención de trastornos depresivos por medios cibernéticos en los que parece no haber grandes diferencias con las atenciones presenciales, todavía es necesario que se desarrollen más estudios y más condiciones para garantizar que los medios virtuales pueden cumplir con todas las exigencias éticas para la evaluación y atención de condiciones de salud mental. Por lo tanto, la videoconferencia es un medio que puede usarse sin dificultades para atender situaciones de la vida regular como cambios y transiciones o necesidades de mayor desarrollo en alguna habilidad o aspecto particular de la vida pero no es recomendable cuando la salud mental de quien consulta está afectada de alguna manera significativa.

2. ¿Qué condiciones debe tener una sesión de asesoría psicológica o consejería por videoconferencia?

Al igual que las sesiones presenciales, creo que es fundamental la experiencia de privacidad. Aun cuando el consultante puede escoger libremente los espacios en los que accede a la videoconferencia, siempre será importante que sienta que es un espacio privado en el que tenga la tranquilidad de expresarse plenamente y sentir que durante ese tiempo de la consulta solamente será el profesional quien le escuche. Por su parte, el psicólogo debe garantizar lo mismo al consultante y aún más allá de eso, asegurarse de que toda la información de quien consulta estará en condiciones de privacidad y sin ningún acceso de terceros.

La relación entre profesional y consultante es una relación que debe estar basada en el respeto y en las mismas pautas éticas que se plantean para cualquier otro tipo de atención psicológica en persona. Estas incluyen asegurar que el profesional tenga la formación adecuada y los registros que le autoricen para prestar el servicio que ofrece. Así como el compromiso del profesional de brindar la atención más idónea posible de acuerdo con lo que cada caso requiere. Lo cual implica que se le indique al consultante cuando se requiera de la atención de otros profesionales como médicos, terapeutas de familia, neuropsicología o atención psicológica clínica u otros cuando éstas sean mejores opciones que la atención por videoconferencia o cuando deban hacerse de manera paralela. Y en esencia, hacer todos los mejores esfuerzos y el uso de las mejores técnicas para que la persona logre su objetivo tan pronto como sea posible. Es por esto que, en ciertos casos en que haya una mejor alternativa de atención interdisciplinaria o psicológica que la atención por video conferencia, se debe poner en conocimiento del consultante tan pronto sea posible.

3. ¿Qué preparación y responsabilidades tiene la persona que consulta?

Algunas veces no se les explica a los consultantes cuál es la participación que se espera de ellos en las sesiones de psicología, lo que puede crear malentendidos o puede contribuir a alimentar expectativas irreales acerca de lo que puede suceder. Los procesos psicológicos requieren de la participación activa de ambas personas tanto del profesional como del consultante. Por participación activa se entiende que esté involucrada plenamente la atención y la disposición a poner los recursos y cualidades personales para la consecución de los logros deseados. Hay una parte de esta participación que sucede en el momento de la sesión, sin embargo, hay otra parte que sucede fuera de la misma. Este trabajo del consultante en los lapsos entre sesión y sesión también involucra que el consultante esté atento a desarrollar las observaciones, ejercicios, experiencias, cambios o estrategias derivadas de lo que se construye con el psicólogo en el tiempo en que trabajen juntos. Así mismo, se requiere en la atención por videoconferencia.

4. ¿Qué aspectos deben tenerse en consideración?

Como sucede con muchas de las condiciones de la virtualidad, estas sesiones están sujetas a que la tecnología de los dispositivos y de las redes de conexión, funcionen óptimamente. En ocasiones puede suceder que se interrumpa la conexión, lo que puede entorpecer la fluidez del proceso que se esté llevando a cabo. Será una cuestión de paciencia y de construir una relación profesional muy sólida que pueda sortear bien estas vicisitudes y por ello, construir una relación profesional que pueda crear una atmósfera de intimidad y seguridad psicológica puede requerir de un esfuerzo mayor que en la consulta presencial. Por lo tanto, puede ser necesario que se emplee un tiempo mayor en generar el ambiente necesario para la fluidez del proceso. Por otra parte, si el profesional es de una cultura distinta a la de los consultantes habrá que abrir espacio para poner en contexto las posibles diferencias generadas por la interculturalidad.

5. ¿Cuáles son las principales ventajas?

Hay varios aspectos que son beneficios en esta modalidad de atención, y particularmente para quienes son hispanohablantes viviendo en lugares donde el acceso a profesionales de la salud mental es mucho más difícil, bien sea por los costos o por el manejo de la lengua materna; la posibilidad de contar con un buen profesional es mucho más favorable gracias a la tecnología en telecomunicaciones.

En general para quienes optan por una consulta virtual y no una presencial, hay una muchísima menor probabilidad de que otras personas sepan que está en consulta pues no van a encontrarse con los demás en los corredores del edificio del consultorio y en ocasiones los consultantes pueden contar con horarios más flexibles que los regulares en las oficinas, especialmente si en las diferencias de zona horarias entre psicólogo y consultante brindan ventanas de coincidencia favorables para ambos.

Cada vez son más los estudios científicos que se adelantan sobre los beneficios de este tipo de atención, así como los pronunciamientos de las asociaciones de psicólogos alrededor que se proponen facilitar un buen análisis de los procesos y las orientaciones pertinentes para lograr las mejores experiencias en pro del beneficio de las personas. Siendo así, están los medios para seguir generando utilidades y mayores alcances por estos medios virtuales sin que se descuide la calidad de una atención profesional idónea.

Referencias

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