"Y es que no somos nada sin el otro. yo no soy yo sin mi relación con él o con ella. sin ser la hija de mis padres o sin ser la hija de mi esposo, la que fue y la que vino, la que logró y fracasó, la que sigue cometiendo errores, la que sigue teniendo ideas buenas, la que hace y deshace. Todas esas cosas me hacen ser la que soy hoy. Y es que ya no soy la de antes, Ni la que llegó de la India queriendo ser la luchadora por la libertad y la abanderada de la transformación. soy ahora la gran tarea que he hecho en estos meses de integrarlo todo, de unir, de no ser una cosa o la otra, sino en aceptar que lo que soy es un poco de todo; un poco de yoga, un poco de magia, un poco de pasado​, un poco de presente, un poco de amor, un poco de rabia, un poco de dolor. Soy la que quiere ser madre y la que no quiere serlo, soy la que ama el yoga pero no se cree ningún cuento, soy la que ríe y la que llora y todo eso soy, sin dejar de serlo.

Agradezco profundamente a mi terapeuta Catalina Niño porque cierro un duro proceso de integración que me llena de posibilidades y me deja ver cualidades y habilidades desconocidas hasta el momento. Gracias, gracias, por ser luz y palabra, guía y camino, por cada hora en ese sofá que me llevó a verme tan profundo, a asustarme tanto, a recuperar el centro y a buscar la fuerza que siempre, siempre he llevado dentro,"

María Elisa González, Cali.